Crucero de caminos, escala de pueblos y civilizaciones, Menorca ha sido escenario desde los tiempos ancestrales de la cultura del aceite, una producción que quedó prácticamente interrumpida a finales del primer tercio del siglo XX y que, desde hace unos años, se está recuperando gracias a productores locales que apuestan por ofrecer un producto de proximidad y gran calidad.
Ses Talaies se ha sumado también al interés por recuperar este tipo de producción sembrando de olivos las cuatro hectáreas de terreno de la finca. La ilusión es arrancar un proyecto que debe permitir, con el paso de los años, servir a la mesa una producción muy limitada de aceite hecho en la propia finca para disfrutar, con más intensidad, los sabores de todos los productos autóctonos que se sirven en los desayunos.
Y mientras crece el campo de olivos, la actividad de ses Talaies se centra en el huerto y en los árboles que dan fruta de temporada y que la familia acerca a los huéspedes recién cosechados, frescos y jugosos o cocinados en deliciosas mermeladas caseras.